Si no le nace, no se lo pidas (y otras frases encontradas en Facebook).
- Licda Gabeiela Xón.
- 15 ene 2018
- 2 Min. de lectura
Una de las cosas más bonitas que se pueden compartir en pareja es ese <lenguaje privado>. Decir algo vago o indirecto y que nuestra pareja sepa a qué nos referimos. Hacer un gesto o una mirada y automáticamente ponernos de acuerdo con complicidad. O inclusive, el acto de recibir algo que deseamos sin siquiera haberlo sugerido, solamente porque nuestra pareja se adelanta a nuestros deseos o queremos creer que <<nos conoce mas que nosotros mismos>>. Aunque ciertamente estas cosas ocurren y hay momentos en que se dan de manera mas fluida, no es cierto que sean una constante, y que su pareja tenga la capacidad de entender siempre lo que usted pensó, lo que quiso decir o incluso lo que dijo. El atribuir al otro la obligación o la capacidad de conocer por adelantado nuestros pensamientos o deseos, muchas veces nos hace caer en la trampa de la <lectura del pensamiento> y por lo tanto, cuando vemos mal entendidos en nuestras palabras o vemos que lo que deseamos que el otro hiciera (sin decírselo) no se cumple, creemos erróneamente que fue por desinterés, por egoísmo o por maldad. El amor en si es el ingrediente base para la relación de pareja exitosa, pero si a este no lo armamos de comunicación, compromiso y respeto, simplemente será insuficiente. Como dicen por ahí <con el amor no basta>. El respeto, para aceptar que nuestra pareja es un individuo poseedor de sus propios pensamientos y deseos (ademas de un ser incapaz de tener poderes telepáticos). Compromiso para trabajar en las cosas que no funcionan al cien en nuestra relación. Y comunicación para preguntar, contar, solicitar, aclarar nuestros pensamientos y deseos cuando sentimos que no han sido tomados en cuenta o idealmente, cuando nos damos cuenta que no hemos sido entendidos con claridad; asi como escuhar lo que el otro pregunta, cuenta, solicita y aclara. Quizás haciendo peticiones más claras nos sorprenda la disposición del otro para acercarse y darnos lo que deseamos. A veces <pedir sin que le nazca> puede ser una muestra de compromiso, y la respuesta, una grata sorpresa del interés del otro por hacer cambios o satisfacer nuestros deseos. Licda. Gabriela Xon 3305-0299

Licda. Gabriela Xon 3305-0299
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